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jueves, 28 de abril de 2016

EUFEMISMO - EN MÉXICO NO ESTAMOS GORDOS SINO GORDITOS



La palabra eufemismo viene del griego: au =verdad o bien; phemo: decir o hablar. Es un recurso lingüístico para expresar un lenguaje ofensivo de manera “aceptable”. La palabra o expresión puede que no sea ofensiva por sí misma pero resulta así para nuestros interlocutores así que decidimos suavizarlas por medio del eufemismo. El diccionario de la Real Academia Española lo define como: “Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante”.
Por ejemplo:

“Socialmente incorrecto”                                                                Eufemismo
  “¿Viste a Sandra? Está bien gorda.   --------------->       ¿Viste a Sandra? Está más llenita.
         Mi abuela murió ayer.     --------------->          Mi abuela falleció ayer, descanse en paz.
     María es de tetas grandes         --------------->               María es de busto grande.

Cuando queremos ser “políticamente correctos” utilizamos eufemismos para evitar ofender o hacer sentir incómodos a los demás. Al utilizarlos la realidad no cambia, Sandra sigue estando gorda y mi abuela muerta, pero utilizar estas palabras no es muy bien visto por muchas personas. La utilización del eufemismo demuestra sabiduría en la adecuación de nuestro discurso en las relaciones sociales; sabemos qué decir y qué no en determinadas situaciones. Se utiliza este recurso sobre todo en temas considerados como tabú. Dentro de estos temas está el sexo, la muerte, la apariencia física, enfermedades, actividades fisiológicas (hacer del dos en vez de cagar). En México el diminutivo sirve para aminorar la fuerza de las palabras, en vez de feo, feíto y en vez de gordo, gordito.
Existe un recurso lingüístico al otro extremo del eufemismo llamado disfemismo que da connotaciones negativas a una palabra que antes no la tenía. La RAE presenta esta definición de disfemismo: “Modo de decir que consiste en nombrar una realidad con una expresión peyorativa o con intención de rebajarla de categoría, en oposición a eufemismo”. Un ejemplo de disfemismo sería llamarle al doctor “matasanos”.

Fuentes consultadas:
García-Page, M., Esgueva, M., García-Page, M., & et al. (2005). Introducción a la lengua española. Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces.
 Diccionario de la Real Academia Española consultado el 28 de abril de 2016 de http://www.rae.es/

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